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Olvidos y niebla mental: Un Enfoque Funcional para Recuperar tu Claridad Mental

  • drasarasetti
  • 28 ago
  • 3 Min. de lectura
Ilustración que muestra un cerebro siendo borrado por una goma, simbolizando la pérdida de memoria y los olvidos, un síntoma del deterioro cognitivo.
Ilustración que muestra un cerebro siendo borrado por una goma, simbolizando la pérdida de memoria y los olvidos, un síntoma del deterioro cognitivo.

¿Es normal olvidar, o es una señal de que algo más profundo está ocurriendo en tu cerebro?

"¿Dónde puse las llaves?" "¿Qué era lo que te iba a decir?" "Siento que mi mente ya no es tan ágil como antes..."

Si estas frases resuenan contigo, no estás solo. Lo que antes parecía lejano, hoy es una preocupación real para personas de todas las edades. Es esa sutil pero frustrante desconexión entre lo que quieres hacer y lo que tu cerebro te permite. Es el miedo a que un simple olvido sea el presagio de algo más grave.

La buena noticia es que el miedo se combate con conocimiento. La memoria no es un fenómeno mágico. Lo que llamas "olvidos o niebla mental" es, en muchos casos, un síntoma de desequilibrios que son medibles y reversibles, especialmente desde la perspectiva de la neurología funcional y de precisión.


El Enemigo Silencioso: Cuando tu Cerebro se Inflama

Tu cerebro es el órgano que más energía consume. Aunque solo representa el 2% de tu peso, devora más del 20% de tus recursos. Por eso, es increíblemente sensible a cualquier desequilibrio.

Vivimos en un entorno moderno —estresante, contaminado, con alimentos procesados y sobrecarga de estímulos— que genera un "fuego" silencioso en nuestro interior: la neuroinflamación crónica.

Cuando tu cerebro se inflama, no duele. Pero sus efectos son devastadores:

  • Las conexiones neuronales se ralentizan, como una red de internet lenta.

  • Las áreas clave, como la corteza prefrontal (tu centro de enfoque), se "apagan" por falta de energía.

  • En muchos casos, el problema no es que olvides lo aprendido, sino que tu cerebro inflamado ni siquiera puede grabar correctamente nueva información o bien es lento buscar la información ya registrada.


¿Qué Alimenta este Fuego Silencioso?

La neuroinflamación no aparece de la nada. Es el resultado de múltiples factores que podemos identificar y corregir:

  • Disbiosis Intestinal y/o Oral: Un intestino o boca con su microbiota alterada y barrera permeable puede ser una fuente constante de productos inflamatorios que llegan al cerebro.

  • Desequilibrios Hormonales: El exceso de cortisol (estrés) o la resistencia a la insulina y Leptina dañan directamente el hipocampo, el centro de tu memoria.

  • Reactivaciones Virales: Virus con Herpes, Varicela Zoster, Epstein Barr y otros gérmenes han sido identificados dentro de las placas amiloides en el cerebro de personas con Alzheimer.

  • Déficits Nutricionales: Tu cerebro necesita materia prima para funcionar. La falta de vitaminas B (activas), magnesio, zinc, colina o DHA pueden condicionar la función cerebral.

  • Carga Tóxica: La exposición acumulada a metales pesados, pesticidas y otros contaminantes que cruzan la barrera cerebral y activan una respuesta inmune destructiva.

  • Falta de Sueño Reparador: Dormir es el momento en que tu cerebro se limpia y repara. Sin un descanso de calidad, los residuos tóxicos se acumulan día tras día.


La Buena Noticia: El Deterioro Cognitivo NO es tu Destino

Sí, el deterioro cognitivo se puede prevenir. La evidencia científica es clara: hasta el 50% de las demencias podrían evitarse si se abordan los factores de riesgo a tiempo.

Aquí es donde la neurología funcional cambia las reglas del juego. En lugar de esperar a que el daño sea visible, estudiamos tu biología en profundidad para detectar qué está debilitando tu rendimiento mental hoy. Evaluando tu microbiota, tu perfil inflamatorio, tus hormonas y tu estado nutricional para crear un mapa preciso de tu salud cerebral.


¿Sientes que no Rindes como Antes? No lo Ignores.

Tu claridad mental no es una cuestión de edad, es un reflejo de tu salud integral. La niebla mental, la confusión o los olvidos no son sentencias, son señales. Son la forma que tiene tu cuerpo de pedir ayuda.

Recuperar tu enfoque y proteger tu cerebro es posible. El primer paso es entender qué está ocurriendo realmente en tu sistema neurológico.

En nuestra consulta, te ayudamos a crear ese mapa y a diseñar un plan para apagar el fuego, nutrir tu cerebro y recuperar el control de tu mente. Porque cuidar tu cerebro es invertir en el centro de tu vida.

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